Comunidad
de Líderes
Empresariales
Somos la red de mentores con la mayor trayectoria a nivel global
Entre mis intereses recurrentes, generadores de desafío y satisfacción, están la lectura, y el incorporar y entregar aprendizaje de manera permanente. Me planteo conocer sobre temas diversos que pueden ampliar la mirada y enriquecer el quehacer personal y profesional a través de talleres, seminarios, foros, webinars, charlas, entre otros. La presencia de estos ingredientes en el trayecto de vida recorrido, ya sea trabajando en una empresa o en la formación académica de estudiantes de pregrado, ha hecho posible pulir la forma de observar, cuestionarse, ‘desaprender’, dar giros para replantearse y oxigenar lo comúnmente considerado. También han sido útiles para tener un horizonte y cultivar atributos tales como la fortaleza mental, la valoración de sí misma, la independencia interna y, particularmente, la curiosidad por crecer y desarrollarse.
Cuando se trata de emprender, sin duda importan algunas de las características mencionadas; sin embargo, lo que quisiera destacar es que, en la génesis de aquello, se encuentra la práctica reiterada de realizar actividades que provocan emociones positivas (curiosidad, aprendizaje, entretenimiento, distracción, etc.). Ahora, si las estadísticas en Chile indican que las principales causas del emprendimiento son: obtener ingresos (26.4%), por oportunidad en el mercado (12.5%) y para ser su propio jefe (10.9%), sería valioso plantearse como reflexión previa si en el proyecto o negocio se encuentra inserto aquello que desborda, apasiona y hace sentido al emprendedor en términos de aporte personal o a la sociedad en general. En otros términos, si la filosofía de vida, valores y principales fortalezas están alineadas con la visión y misión del emprendimiento. La convergencia entre estos componentes potencia la motivación y el compromiso, pilares para avanzar en tiempos de bonanza y aplicar resiliencia en períodos de adversidad. Esta última cualidad es una de las más relevantes para sortear en etapas tempranas el ‘valle de la muerte’ y, posteriormente, es necesaria para enfrentar todos los avatares derivados de la explotación del negocio, así como la sostenibilidad del mismo.
Dicho lo anterior y en línea con lo expuesto, ser partícipe en los programas e iniciativas de Netmentora destinadas a entregar mentorías a emprendedores, ha sumado y contribuido positivamente. En términos amplios, esto representa una continuidad (bajo un prisma diferente) en aquello que me motiva y valoro especialmente, a saber, integrar y entregar experiencia y conocimientos. Desde el quehacer del emprendimiento a nivel nacional, el fortalecimiento acerca de la realidad del país y, con el trabajo colaborativo, se instala un contexto propicio para construir un círculo virtuoso donde todos somos necesarios y valiosos para la comunidad.