En la era de la digitalización, la innovación financiera ha emergido como un motor clave para el crecimiento económico y la inclusión financiera en todo el mundo. En el contexto chileno, nuestro ecosistema emprendedor no se ha quedado atrás y ha experimentado un cambio notable gracias a la aparición de las fintechs. Pero, ¿qué son las fintechs? En simple, el término se refiere a las empresas que utilizan la tecnología para ofrecer servicios financieros de una manera más eficiente, innovadora y accesible; “pero mi banco tiene un aplicación muy buena para el teléfono, ¿eso lo hace una fintech?” En realidad no, ya que un componente tácito de la definición es que son empresas basadas en tecnología y la banca en Chile, si bien tiene un alto nivel de digitalización, sigue utilizando procesos manuales para gran parte de sus servicios y no nacieron como soluciones tecnológicas. Volviendo a la fintechs, tres áreas donde podemos ver el mayor impacto en inclusión e innovación es en pagos, créditos y, el tras bambalinas, infraestructura.

Antes de la pandemia ya veíamos un comercio electrónico al alza en nuestro país, pero no fue hasta el 2020 que el crecimiento anual pasó los tres dígitos y más y más empresas comenzaban a vender en línea, ya sea por medio de terceros o creando sus propios sitios. Aquí viene nuestro primer hito de la innovación financiera: los pagos en línea. La necesidad de ofrecer distintos medios de pago de manera rápida y segura pero a la vez de forma digital, impulsaron el desarrollo de esta vertical donde destacan empresas como Mercado Pago que con una solución tipo pasarela de pagos de fácil integración permite que empresas cobren con tarjeta de débito, crédito o dinero en cuenta, ofrezcan cuotas sin interés y mantengan el control de su negocio en un solo lugar. Otro ejemplo es Fintoc que permite pagos con transferencia de manera rápida y sencilla a un bajo costo para el comercio y también de fácil integración. Flow, por ejemplo, es una plataforma de pagos que se integra a otras plataformas abriendo el abanico de opciones para el pagador, pudiendo este incluso pagar con efectivo por medio de Servipag. Ejemplos hay muchos, pero al final del día el desarrollo de los pagos digitales orientados a mejorar la experiencia del cliente y ofrecer mejores condiciones a los comercios, ha permitido que más negocios puedan sumarse a la ola del comercio electrónico teniendo la opción de elegir entre diferentes alternativas y no viéndose obligados a utilizar un único servicio.

Donde existe una mala experiencia para el usuario, existe una oportunidad para la innovación y el trámite de pedir un crédito para emprendedores no se queda fuera. Cuando hablamos de créditos para emprendedores, el sistema bancario tradicional siempre ha presentado trabas y complicaciones como requisitos estrictos de liquidez, procesos largos y burocráticos con poca flexibilidad, evaluaciones de riesgo muy conservadoras, entre otras.

Créditos flexibles e instantáneos, financiamiento P2P (peer-to-peer) o factoring, son algunos de los productos que ofrecen fintechs nacionales como Cumplo, Kredito o Xepelin pero también encontramos oferta de empresas internacionales como Mercado Pago o Tribal. 

Estas empresas se la juegan por el emprendedor con un mayor apetito por riesgo gracias a, por ejemplo, modelos de scoring basados en inteligencia artificial que contemplan múltiples variables lo que les permite ofrecer convenientes tasas y montos personalizados según la necesidad del negocio, abriendo las posibilidades de financiamiento a emprendedores en distintas etapas con un proceso rápido, transparente y digital.

Por último, Chile ha vivido una gran transformación en términos de infraestructura de pagos e información. Desde el paso de un modelo de 3 partes a uno de 4 que significó el fin del monopolio de Transbank, a la tramitación y promulgación de la Ley Fintech que permitirá la entrada de distintos actores para seguir mejorando el sistema, bajando los costos, garantizando el acceso a segmentos sub bancarizados y, últimamente, mejorando la experiencia de los usuarios. En este ámbito destacan empresas nacionales como Floid, Sheriff, Plutto y Datamart que procuran resolver asimetrías de información entre proveedores de servicios financieros y hacer procesos de registro con menos fricciones para mejorar el acceso de emprendedores a productos, nivelando las evaluaciones crediticias, por ejemplo. Shinkansen es otro gran caso de una fintech nacional que está innovando en la infraestructura financiera mediante la creación de la segunda cámara de pagos del país, lo que resultará en mejoras en costos de transferencias, entre otros.

Estos son solo algunos ejemplos de los grandes cambios que está viviendo el ecosistema emprendedor en Chile producto de la transformación financiera impulsada por las fintechs y aún quedan muchos más por venir. Gracias a cambios en la demanda por productos financieros y a la entrada en vigencia de la Ley Fintech, las barreras que existían al ingreso de nuevos actores se derribaron, lo que permitirá que, por un lado, los usuarios sean dueños de su información gracias al Open Banking, mayor foco por parte del Regulador (la CMF) y, últimamente, que los protagonista de la transformación financiera ofrezcan oportunidades sin precedentes tanto para las personas como para los emprendedores, promoviendo la inclusión financiera en todos los sectores de la sociedad.