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En esos tiempos no estaba “de moda”, lo hacían probablemente muchos que no estudiaban o terminaban los estudios, tengo la impresión que tampoco era muy bien visto… era como “lo que te tocó” o porque “no tuviste otra opción”.
Hoy no solo los índices de micro emprendedores son los que probablemente activan la base de la economía de un país, sino que además hay un sinfín de herramientas, educación, políticas para impulsar el emprendimiento.
Podríamos decir que el emprendimiento se masificó, lo que antes era para unos pocos y era visto como la última opción, hoy desde personas sin estudios, sin experiencia, hasta profesionales con muchos post títulos y basta experiencia, quieren emprender. Esto es por las facilidades, porque en Chile también se ha hecho un gran trabajo por potenciar el llamado “Ecosistema” entonces nos permite mirar con mejores ojos y sentirnos más seguros al minuto de tomar esa decisión, hay gran cantidad de referentes exitosos. También creo que la posibilidades que ha abierto el marketing digital, para los emprendedores ha empujado esta masificación, ya no necesitas una tienda física para vender, o invertir grandes cantidades en publicidad en la revista del nicho para alcanzar a tus públicos y venderles.
Sin necesidad de comparar con la época de mi papá, hace solo 20 años, cuando yo empecé a trabajar, el panorama era completamente distinto; sólo las grandes compañías podían implementar acciones de marketing, los comerciales de TV y los espacios en radio estaban reservados solo para los gigantes, dejando poco más que sueños para el pequeño emprendedor que a lo más se podía permitir la impresión de 100 flyers en couche de 100 gramos. Pero hoy, el juego ha cambiado. Las redes sociales y las herramientas digitales han democratizado el marketing de una manera que habría parecido imposible en el pasado. Ahora, desde la comodidad de tu casa y sin necesidad de una oficina física, puedes crear un imperio.
Este cambio monumental significa que el marketing ya no es ese gigante intimidante al que solo algunos osaban enfrentar. Se ha convertido en un aliado estratégico al alcance de todos, inclusive para aquellos que recién comienzan su viaje emprendedor con más entusiasmo que recursos. Herramientas como Google Analytics, Mailchimp, Canva, Hootsuite y SEMrush son solo la punta del iceberg que nos permite no solo competir, sino destacar en este mar digital. Con ellas, podemos entender a nuestra audiencia, personalizar comunicación, diseñar como profesionales, gestionar nuestras redes con maestría y hasta espiar (de manera ética, por supuesto) a la competencia para descubrir qué les está funcionando.
Sin embargo, aquí radica una verdad fundamental: al principio, cuando aún no tenemos venta sostenida, cuando aún no nos hemos ganado ningún fondo ni ha entrado ningún inversionista; es esencial que como emprendedores, sepamos ensuciarnos las manos y si no sabemos, aprender e implementar lo básico de marketing digital. No es el momento de delegar a agencias o consultores, sino de experimentar, equivocarse, aprender y aplicar por uno mismo. Este “rito de iniciación” no solo te empodera sino que te prepara para liderar equipos de marketing en el futuro, cuando tu negocio se pegue el salto, con conocimiento y confianza.
En este sentido, el marketing de resultados pienso que es LA OPCIÓN para los emprendedores, enfocándose en acciones que maximizan resultados con los recursos disponibles, en el menor tiempo posible. Este enfoque pragmático es vital para startups y emprendimientos que buscan crecer en tiempo récord. Por eso, es crucial iniciar, medir y ajustar constantemente; cada pequeño paso nos acerca más a nuestro gran objetivo.
Pero más allá de las estrategias y las herramientas, el marketing es una mentalidad, una nueva forma de ver el mundo que nos rodea. Nos invita a ser curiosos, a explorar nuevos horizontes y a ver cada desafío como una oportunidad. No necesitas aplicar todas las herramientas disponibles, porque aparte de marearte, terminarás no haciendo nada; pero incluso con una o dos que integres a tu estrategia ya estarás marcando la diferencia, frente al que no se atrevió, el que no le gusta o no tiene tiempo.
Así que, querido emprendedor, emprendedora, te invito a ver el marketing no como una barrera, sino como el puente hacia tus sueños. En este universo infinito de emprendimientos, ser visible es vital, incluso siendo único en tu especie, cosa que está reservado solo para una pequeña porción de emprendimientos, incluso así necesitas que te vean, que te entiendan por sobre todo, que te valoren y quieran comprarte. Así que toma tus herramientas y lánzate, si crees que no las tienes, ok, yo creo que todos algo sabemos, pero lo bueno hoy, es que hay cómo aprender desde costo $0.
Es una lástima el nombre tan raro que le pusieron, que unos no entienden y otros se asustan, pero yo estoy convencida que el marketing es para todos, es como el superpoder que todos tenemos pero que pocos usan. La buena noticia es que nunca es tarde, hoy tenemos todo para empezar a usar este superpoder.