Columna de Opinión: ¿Mentorías largas o cortas?

Paulina Guerra Méndez, Gerente de Asuntos Corporativos en Grupo Security, Directora, Mentora Netmentora.

Como buena economista, debería responder “depende”, pero permítanme compartir algunas reflexiones basadas en mi experiencia como mentora.

Emprender siempre es un desafío. Los emprendedores buscan una variedad de recursos para garantizar el éxito de sus empresas. Desde financiamiento para lanzar, hacer crecer o escalar sus negocios, que puede provenir de inversiones, préstamos, subvenciones u otras fuentes, hasta asesoramiento y mentoría de expertos con experiencia en el campo empresarial. También se esfuerzan por construir una red sólida de contactos que les ayude a abrir puertas, encontrar oportunidades de colaboración y captar clientes potenciales. Además, buscan desarrollar productos, servicios o procesos innovadores que les permitan destacarse en el mercado y satisfacer de manera única las necesidades de sus clientes.

Por otro lado, los emprendedores también necesitan desarrollar habilidades empresariales clave como liderazgo, gestión, ventas, marketing y finanzas. Naturalmente, requieren una gran dosis de resiliencia y determinación para superar los desafíos y obstáculos que encontrarán en el camino.

En resumen, los emprendedores buscan recursos, apoyo, conocimientos y habilidades que les ayuden a construir y hacer crecer sus negocios de manera exitosa y sostenible. Pero estos desafíos no son fáciles de sortear y, muchas veces, pueden terminar destruyendo el emprendimiento, siendo solo unos pocos los afortunados que logran atravesar ese temido “valle de la muerte”.

Durante mi trayectoria como mentora, he sido testigo de éxitos y fracasos. Tener el acompañamiento de un mentor puede ser una luz en este camino de altibajos. Los mentores ofrecen orientación, comparten conocimientos y experiencias, y ayudan a evitar errores comunes. Sin embargo, es crucial que el emprendedor identifique primero cuáles son sus prioridades para decidir qué tipo de mentoría necesita.

Si el emprendedor busca resolver un problema puntual, superar un desafío específico o desarrollar una habilidad faltante, una mentoría de corto plazo podría ser adecuada. Si enfrenta un problema de escala, capacidades o financiamiento, y el negocio en general va bien, una mentoría de seis meses puede ser útil en esta etapa. Finalmente, si el objetivo es un cambio de escala significativo, como la internacionalización, podría ser momento de considerar una mentoría larga de dos años o más. En esta fase, hay muchos factores adicionales a considerar para no poner en riesgo los logros ya alcanzados.