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Columna de opinión Benjamín Mingo: Premiado de la empresa Código Verde.
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Marketing Verde, una tendencia que llegó para quedarse

En un mundo cada vez más consciente del impacto ambiental de nuestras decisiones de consumo, el marketing verde emerge como una poderosa herramienta para las empresas y marcas que desean no solo destacar en un mercado saturado, sino también contribuir al bienestar del planeta. 

Desde estrategias de comunicación hasta la gestión de la cadena de suministro, la tendencia del marketing verde busca transformar la forma en que las marcas interactúan con sus consumidores y el entorno que los rodea, de una manera más transparente. 

Pero primero, ¿qué es el marketing verde? Vamos a entenderlo como una rama del marketing tradicional que trabaja con estrategias comunicacionales enfocadas en resaltar los atributos sostenibles de la marca, además de destacar la transparencia de la empresa, mostrando el verdadero impacto ambiental y social de este. Ejemplo de esto es cuando vemos que en las etiquetas de algún producto detallan cuántas botellas se reciclaron, cuántos litros de agua se ahorraron o incluso, si los trabajadores recibieron un salario digno en el proceso. Generalmente, estas empresas cuentan con un apartado de sostenibilidad en su sitio web donde muestran la trazabilidad, fomentando la confianza y demostrando su compromiso real.

No se trata solo de añadir un tono de ecología a las campañas publicitarias. Va más allá, exigiendo un compromiso sincero con la sostenibilidad en todas las facetas del negocio. Esto implica desde la elección de materiales y procesos de producción, hasta la transparencia en la comunicación de prácticas sostenibles y el fomento de un consumo responsable por parte de los clientes. 

Uno de los casos más criticados en este sentido es el Black Friday, donde muchas marcas fomentan el consumo irracional aplicando descuentos exagerados. Generando un consumo compulsivo sin necesidad, que sigue la lógica de consumo lineal de comprar, usar y tirar. Esto significa un daño irreversible en nuestro entorno, como vemos en el vertedero más grande de Latinoamérica, ubicado en el desierto de Atacama.

Las marcas que adoptan el marketing verde no solo se benefician de una mejor imagen pública, sino que también están respondiendo a una demanda creciente de consumidores preocupados por el medio ambiente. El último informe de consumo de productos de impacto positivo entregado por Mercado Libre muestra que una gran mayoría de personas prefiere adquirir productos y servicios de empresas que demuestran un compromiso con la sostenibilidad. Entre el 2021 y 2022, aumentó la compra de productos con impacto positivo en un 30%, buscando principalmente durabilidad por sobre precio, que la fabricación sea socialmente responsable con certificaciones de sostenibilidad y que se proteja la biodiversidad. Esto no sólo impulsa las ventas, sino que también fortalece la lealtad de marca a largo plazo.

A pesar de lo anterior, el marketing verde no está exento de críticas. Muchos cuestionan la autenticidad de las empresas que adoptan esta estrategia, acusándolas del famoso “greenwashing”, es decir, de presentar una imagen ambientalmente responsable sin respaldarla con cifras u otras pruebas. Es fundamental que las marcas que se sumergen en el marketing verde sean transparentes y coherentes en sus esfuerzos, evitando caer en este engaño y realmente trabajar de manera activa para reducir su huella ecológica. H&M ha sido ojo del huracán en reiteradas ocasiones. La más polémica, fue con su campaña de “cerremos el bucle”, creada para recibir prendas y supuestamente reciclarlas, pero “Changing Markets” hizo una investigación con chips rastreadores. 21 prendas fueron parte del experimento, todas aptas para reciclarse, pero ¾ fueron destruidas y enviadas a vertederos de África.

El marketing verde representa mucho más que una tendencia pasajera; es un imperativo moral y comercial en la era moderna. Las empresas que abrazan la sostenibilidad no solo están cosechando beneficios económicos, sino que también están contribuyendo a un futuro más próspero y equilibrado para las futuras generaciones. En un mundo donde cada decisión de consumo tiene consecuencias, el marketing verde permite que las marcas destaquen por sus valores e impacto socioambiental, haciéndose cargo de su huella.